*La historia trata sobre
una fuerza. No la fuerza hecha por el hombre, sino la fuerza que sólo el
espíritu de la Tierra puede darnos. La fuerza que recibimos cuando nos
despertamos con el aullido de los coyotes, y con el silbido del viento que se
cuela entre los árboles más antiguos. La fuerza que ningún hombre puede darnos
y que ningún hombre puede quitarnos. La fuerza que nos eleva sobre nuestros
enemigos para llegar a convertirnos en el tipo de guerreros que sólo hemos
leído en mitos y leyendas. La fuerza que nos está esperando para ser
descubierta. Se trata de romper las cadenas que nos atan y comenzar con el
primer día de escuela, el primer día de trabajo. Esas cadenas que nos van
atando poco a poco hasta que estamos preparados para ser considerados adultos
responsables; pero es porque hemos olvidado cómo manejar esas cadenas, cómo ser
libres, cómo vivir en armonía con la vida, con los de cuatro patas, con los de
alas y con el resto de animales, como hermanos y hermanas.
*Existen aquellos que
pueden ver los horrores de la vivisección y de las granjas de pieles. El
petróleo que cubre las costas y los claros cortes en las laderas de las
montañas, y que anda con paso fuerte hacia los sucios grupos reformistas, que hacen
peticiones, cartas y protestas. Esta película no es para ellos. Esta película
es para todo hombre y mujer joven que haya llorado por la sangre de la Tierra,
levantada en estado de shock, con la boca abierta por las heridas y la crueldad
que algunos pueden causar sobre la tranquilidad de nuestros hermanos los
animales. Para todo aquel que alguna vez se ha sentido impotente contra un
enemigo cien veces mayor.
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