domingo, 28 de junio de 2015

Derechos animales - John Ray (1628-1704)

*Qué dulce, agradable e inocente visión es una mesa frugalmente servida y que diferencia de una comida compuesta de carne de animal humeante y muerta.

*El hombre de ninguna manera tiene la constitución de un ser carnívoro. La cacería y voracidad no son naturales para el. El hombre no tiene ni los dientes filosos y puntiagudos ni garras para descuartizar a su presa. Al contrario sus manos están hechas para coger fruta, moras y vegetales, sus dientes son apropiados para masticarlos.

*Todo lo que necesitamos para alimentarnos, para restaurarnos y complacernos nos lo provee en abundancia la tienda inagotable de la Naturaleza, mientras los rastros y carnicerías están llenos de sangre congelada y un hedor abominable.

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